lunes, 20 de septiembre de 2010

Libro polvoriento.

Nuestra sociedad es un libro plagado de personajes planos. Esos personajes en los que un escritor no pone todo su empeño, no profundiza en sus sentimientos ni vida pasada, y en los que no se observa una evolución. Esos personajes que son inamovibles, pasivos y aburridos, que no aportan nada a la historia, que representan lo que se denomina como el montón. Nuestra sociedad está llena de estos personajes. Encienden la caja tonta y beben de infinidad de fuentes, de estupideces y “chorradas como pianos”, que los adoctrinan como si el Gran Hermano (no el “magnífico” experimento sociológico que Telecinco hace metiendo a varios de estos personajes en una casa para observar su comportamiento, sino el Gran Hermano de Orwell) se saliera de la novela “1984”.
Los personajes redondos se esconden, no quieren protagonismo porque saben que los lectores del libro no aprecian su trabajo. Ruedan entre los sectores menos valorados, pero su interpretación y papel en el libro de la sociedad es imprescindible.
Estos personajes redondos no son conocidos, no enseñan una teta en Telecinco, critican al rey en El Intermedio ni se golpean estúpidamente en “Tonterías las justas”, pero favorecen al crecimiento y desarrollo cultural de España.
Dejemos que los planos hagan bulto y permitamos que los redondos contribuyan a hacer de este libro una obra maestra.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo contigo, ojalá hubieran más redondos y menos planos en el mundo o que por lo menos esos planos que abundan tuvieran el respeto de dejar a los redondos y de, por un momento, callar y escucharles. Y entonces podríamos sentirnos orgullosos de haber escrito la mejor novela de la historia.

    En cuanto a "el sueño del celta", yo también tengo ganas de tenerlo ya, el 3 de noviembre.
    Un saludo.
    Pd.: que conste que he despertado únicamente para dejar este comentario ;)

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