miércoles, 8 de septiembre de 2010

"Cuando deseé la muerte me aumentaste la agonía".

Alrededor de 21 millones de personas se vieron afectadas por las inundaciones de agosto en Pakistán y el problema se complica aún más con los atentados que en las últimas semanas asolan el ya de por si devastado país asiático. En apenas cinco días al menos 142 personas murieron en 5 ataques suicida que no hacen más que empeorar la situación del país. El último justo ayer, junto a la frontera con Afganistán, en Kurram.
Atentado suicida en Quetta el pasado 3 de septiembre.
Al descontrol originado por la inundación del pasado agosto le siguió un resurgimiento de la influencia talibán en la zona norte del país, una de las más afectadas por la catástrofe. Éstos impedían la llegada de material humanitario a tales zonas, provocando graves conflictos. Pero los atentados ocurridos a principios de este mes empeoran aún más la situación.
Tras el terremoto de Haití el saqueo y el pillaje fueron los protagonistas de los días posteriores a la catástrofe, pero pronto la comunidad internacional intervino y el orden se estableció en el país caribeño. Pero en el caso de Pakistán parece ser que el mundo no piensa involucrarse tanto. La ONU hizo un llamamiento el 11 de agosto para recaudar 460 millones de dólares como ayuda humanitaria, pero únicamente recibió 227.8, una cantidad innecesaria que no alcanza el 50% de lo pedido.

Damnificados por las inundaciones del pasado agosto
EEUU, tras el terremoto de Haití rápidamente ocupó y reorganizó el país, trasladando hasta a 20.000 soldados, dicen que por el enorme interés geopolítico que el país caribeño posee y que interesa a Estados Unidos. Pero la ayuda a Pakistán parece tardar. Mientras tanto el país se ahoga entre agua y sangre.



Coche destrozado por el atentado del pasado 7 de
septiembre en una comisaría de Kohat (Pakistán).
La ayuda humanitaria es escasa para solucionar
la situacion de la población paquistaní.

No hay comentarios:

Publicar un comentario